El secreto de lucir una piel hermosa, es siempre cuidarla y usar los productos adecuados y sobre tener el conocimiento de cómo aplicarlos de la mejor manera.

Es por eso que en esta ocasión hablaremos del uso de la crema facial y cómo podemos aplicarla para sacarle el mejor provecho:
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Elige la crema de acuerdo a tus necesidades:
Lo primero es seleccionar la crema hidratante que mejor vaya con las necesidades de nuestra piel. De lo contrario, perderás tiempo, dinero y esfuerzo en un producto que no tendrá ningún efecto en tu rostro.
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El orden es esencial:
Es de suma importancia saber en qué orden debes aplicar tus cremas hidratantes, para que sean más efectivas. No podemos hacerlo al “tanteo”, ya que cada una de ellas tiene una función específica. Dicho lo anterior, lo primero que debes hacer es limpiar perfectamente tu rostro, para eliminar rastro de maquillaje o suciedad que pudo haberse adherido en la piel. Partiendo de ahí, debes ir del producto con la textura más ligera a la más densa.
En este sentido, lo primero en aplicarse después de la limpieza es el tónico, con el fin de reestructura el pH de la piel. Después, toca turno al serum facial. Este último hidrata y regenera la piel desde las capas más profundas. Después de un par de minutos, sigue el contorno de ojos, no puedes olvidarte de este paso y mucho menos utilizar la misma crema hidratante del rostro. Debes utilizar una específica en el área alrededor de los ojos. Finalmente, es hora de aplicarte la crema facial hidratante para nutrir la piel en el exterior y dejarla tersa.
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La parte importante, cómo aplico la crema facial:
Los expertos recomiendan aplicarla manteniendo los dedos planos y presionando suavemente con movimientos circulares, desde dentro hacia fuera para mejorar la circulación sanguínea. No te olvides del cuello y el escote.
Debes seguir este ritual por la mañana y por la noche.
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Utiliza la cantidad correcta:
Recuerda, que menos, es más, sólo necesitas una cantidad muy pequeña, como referencia puede ser del tamaño de un guisante o de un garbanzo es suficiente para todo tu rostro. Si te aplicas demasiado, la piel no la absorbe por completo y puede tapar los poros y crear brillos innecesarios e incómodos.
Así que ahora lo sabes, tu crema facial es parte esencial de el cuidado de tu rostro.
Fuente: https://www.cosmopolitan.com/